El 2020 será recordado como un año marcado por el COVID-19, sin embargo también trae a la memoria colectiva a genios indiscutidos del arte como Rafael. En 1520 el pintor y arquitecto italiano Raffaello Sanzio fallecía a sus 37 años.
Rafael es considerado uno los grandes artistas de todos los tiempos. Ha sido uno de los principales artífices del Manierismo e impulsor de una destacada influencia en el arte occidental: su estilo marcó el nacimiento del clasicismo del siglo XVII de Rubens, Velázquez y Caravaggio, fue fuente de inspiración para Delacroix e Ingres, así como para los movimientos de los Nazarenos y de los Prerrafaelistas, y su influencia se extendió incluso a Manet y Dalí.
Rafael murió en 1520, con apenas 37 años, pero tuvo una vida intensa y prolífica, repleta de encuentros y de obras artísticas.
UN POCO MÁS SOBRE RAFAEL
Raffaello Sanzio nace el 28 de marzo de 1483 en Urbino, eje fundamental del Renacimiento en aquellos años: la ferviente vida artística de la ciudad de Urbino en aquella época es determinante para su formación de artista. Su padre, Giovanni de' Santi, es un afamado pintor al servicio de la familia ducal y de la aristocracia local: en su estudio, el joven Rafael tiene la ocasión de adquirir las primeras nociones de dibujo y pintura. La primera obra que le es atribuida es el fresco Madonna di Casa Santi realizada en Casa Santi, casa natal de Rafael (actualmente casa-museo abierta al público), cuando Rafael tenía apenas quince años.
También, por obra de su padre, Rafael accede al Palacio Ducal de Urbino, donde puede estudiar en persona las obras de Piero della Francesca, de Pollaiolo y de otros artistas de esta época. Además del taller paterno, en aquellos años acude ocasionalmente al taller de Perugino, en Perugia, donde desde 1494, año de la muerte del padre, hasta 1498, desarrolla su aprendizaje. Trabajando en los frescos del Colegio del Cambio de Perugia, se tropieza por primera vez con el grutesco, una técnica de pintura realizada sobre pared que se convertirá en parte fundamental de su repertorio iconográfico.
En 1499, con tan solo dieciséis años, se traslada a Città di Castello, donde recibe sus primeros encargos independientes: el estandarte de la Santísima Trinidad (conservado en la Pinacoteca municipal de Città di Castello) y el Retablo Baronci. En Città di Castello, Rafael deja al menos otras dos obras relevantes: la Crucifixión Gavari (actualmente en la National Gallery de Londres), en la que se evidencian claramente los primeros signos de desarrollo de un estilo propio.
Luego de su paso por Florencia, a finales de 1508 Rafael es llamado a Roma, dejando inacabadas algunas obras a las que se estaba dedicando. Quien lo reclama en Roma es el propio Papa Julio II en persona (por recomendación de Bramante) que en aquellos años está realizando una importante reforma urbanística de la ciudad con la ayuda de los principales artistas de la época (además de Rafael, también Miguel Ángel y Bramante).
En Roma, Rafael se une a Bramantino, a Lorenzo Lotto y otros pintores para la decoración de los nuevas dependencias papales, las celebérrimas Estancias Vaticanas (hoy parte de los Museos Vaticanos): tras el satisfactorio resultado de la decoración de la primera estancia, la Sala de la Signatura, que Rafael decora con temas inspirados en la teología, la filosofía, la poesía y la jurisprudencia, le es asignada la decoración de todos los aposentos (con la Estancia de Heliodoro, la Estancia del Incendio del Borgo,y la Estancia de Constantino) En el interior de las estancias se conservan algunas obras maestras inestimables como la Escuela de Atenas, el Parnaso, la Liberación de San Pedro y la Disputa del Sacramento.
Otra destacada actividad de aquella época está relacionada con los retratos, en los que introduce aspectos innovadores y un notable virtuosismo: de aquellos años son el Retrato de cardenal (hoy en el Museo del Prado), el Retrato de Baldassarre Castiglione (en el Louvre), el Retrato de Fedra Inghirami, el Retrato de León X con los cardenales Giulio de' Medici y Luigi de' Rossi (en la Galería degli Uffizi), pero sobre todo el Retrato de Julio II (National Gallery, Londres), con un original punto de vista en diagonal y realzado, y el célebre retrato de mujer conocido como La Fornarina (Galería Nacional de Arte Antiguo del Palacio Barberini, Roma).
Dada su creciente popularidad en aquellos años, Rafael abre su propio taller en el que da trabajo a jóvenes pintores, entre ellos Fattore, Giulio Romano y Giovanni da Udine, pero también a artistas ya consolidados como Lorenzetto. En 1514, tras la muerte de Bramante, es nombrado supervisor de la Basílica de San Pedro consolidando así sus competencias arquitectónicas en la obra más importante del Cristianismo. En el diseño de la Basílica abandona la configuración prospectiva de Bramante (aunque mantiene su diseño de la Cúpula) para utilizar un nuevo sistema: el de la proyección octogonal. También le encargan una serie de tapices para la Capilla Sixtina.
En Roma, el Rafael arquitecto diseña el Palacio Branconio dell'Aquila (posteriormente demolido para albergar la columnata de Bernini), el Palacio Jacopo da Brescia (demolido en 1936) y el Palacio Alberini (todavía existente). Por el contrario, deja inacabado el proyecto de Villa Madama, situada en la ladera del monte Mario (que servirá de inspiración para Palladio), en el cual se fusionan estructura y ornamentación como muestra de respeto a los antiguos modelos romanos.
Durante aquellos años sigue encargándose de la decoración de las Logias del Palacio Niccolino del Vaticano, iniciadas por Bramante y conocidas como las Logias de Rafael, y realiza para Giulio de’ Medici La Transfiguración (conservada en la Pinacoteca Vaticana), que será la última obra del gran artista de Urbino. Su muerte se produce en el momento álgido de su éxito, el 6 de abril de 1520, día de su trigésimo séptimo cumpleaños, después de quince días de fiebre continuada. Su cuerpo fue enterrado en el Panteón; Pietro Bembo escribe el conmovedor epitafio “Aquí yace Rafael: cuando estaba vivo, la naturaleza temía ser vencida, ahora que él ha muerto, teme morir”.